Muy buenas tardes amigas y amigos. Qué bueno es poder dedicar la tarde a
escribiros, a transmitiros todas las sensaciones que están llenando mi vida, da
igual el tiempo que lleve sin hacerlo, me pongo en frente del ordenador y los
pensamientos salen a borbotones de mi cabeza. Ahora trataré de ordenarlos y escribirlos.
Ladies and Gentlemen, sigo muy involucrado, muy ilusionado y completamente
convencido de que las oportunidades existen, hay muchas, hay más cantidad que calidad,
hay que elegir bien, pero tan sólo hay que elegir una, y cuando lo has hecho,
debes dedicarte en cuerpo y alma a conseguir tus objetivos. No es fácil, no es
cuestión de saber o no saber, lo peor siempre es el principio, pero no se trata
de tener suerte ni de ser la persona indicada. La palabra que engloba todo lo
necesario para convertir un sueño en un proyecto es compromiso. Comprometerte
con los objetivos cuantitativos y con los objetivos cualitativos, comprometerte
a ofrecer tu trabajo, tu tiempo y tu experiencia por el bien del equipo. De
esta forma, si todo el equipo conoce cuál es el compromiso adquirido, las cosas
sólo pueden salir bien, no puedo asegurar cuanto tiempo tardaré en ver
resultados, pero estoy seguro de que los voy a ver.
Una vez dicho esto, amigas y amigos, tengo la capacidad, el tiempo y la experiencia
suficiente para no volver a caer en los errores del pasado, para sacar a
delante mi propio negocio, para ajustarme a un plan de acción determinado y
bien estructurado, a conseguir que el año 2014 se convierta en un punto de inflexión.
Voy a dedicar a ello mi tiempo, mi energía y mi trabajo. Sé que voy a cumplir mi parte del trato, me comprometo firmemente a ello.
“Más valen pocos comprometidos, que muchos por compromiso”
Iker I. de Urrutia
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